Disney World, el parque temático de Disney en Estados Unidos, ha incluido a los niños de entre tres y nueve años en los controles de identificación mediante huellas dactilares, para evitar fraude con las entradas de acceso al parque. El control mediante huellas biométricas no es nuevo en el parque Disney, pero durante años se ha realizado sólo a los visitantes que tuvieran diez años o más. Desde agosto, no obstante, la medida se ha ampliado a los más pequeños, aunque no es una medida del todo obligatoria.
La intención de esta nueva política es evitar el fraude con las entradas, es decir, evitar que puedan ser usados por otra persona. Ha ocurrido que la gente ha usado las entradas de los niños, dado que no había mucho control sobre ellas al no estar asociadas a las huellas dactilares de su portador legítimo. Sin embargo, si los padres no están conformes, pueden ser ellos mismos quienes asuman este escaneo de las huellas dactilares en lugar de sus hijos, como han explicado desde la dirección del parque.