Los procesadores de Intel y AMD se han visto afectados en lo que llevamos de año por más de una decena de vulnerabilidades, algunas de ellas gravísimas, y que permitían acceder al contenido de la memoria en zonas que deberían ser seguras. A pesar de los parches, estos chips siguen teniendo otras vulnerabilidades, como la última descubierta para Intel llamada Lazy FP. Sobre la vulnerabilidad no se conocen demasiados detalles para no dar pistas a posibles atacantes, pero se han revelado algunos datos sobre el problema. De entrada, este fallo sólo afecta a procesadores de Intel, y no a los de AMD.
Además, por suerte, el fallo no afecta a nivel de hardware, sino que está ligado al software. Esto permitirá parchearlo simplemente con una actualización del sistema operativo con Windows, o en el caso de Linux también a nivel de kernel. Tanto Microsoft como Apple están trabajando en un parche que arregle la vulnerabilidad, y lo lanzarán lo antes posible. Según Intel ha descrito el problema, un atacante puede inferir mediante un proceso del sistema los datos que hay en otro proceso y realizar una ejecución especulativa, de tal manera que pueda conocer datos sensibles que en principio deberían estar ocultos ya que normalmente van cifrados. Esta vulnerabilidad es muy similar a Spectre, la cual ya tiene hasta cuatro variantes más. Por suerte, no requiere realizar cambios en el microcódigo. Los procesadores afectados van desde Sandy Bridge (Segunda generación de Intel Core, con chips como el i5-2500K) hasta los más actuales. Por ello, todos los ordenadores de los últimos 7 años que utilicen procesadores de Intel están afectados, por lo que hay que estar atento para aplicar el parche lo antes posible.