La nube es ineludible, afirmó en una conferencia del sector, Steve Ballmer. La cuestión sólo es cuánto tiempo tardará en producirse el cambio, ya que los programas y servicios se irán adaptando a diferente ritmo.
La idea de la computación en la nube es funcionar de forma equivalente al enchufe con la red eléctrica: el software no tiene que estar en la propia máquina, sino en alguna parte del servidor de la empresa.
Tampoco se almacenan los datos en la máquina propia, sino en Internet, y son accesibles desde todas partes, lo que presenta ventajas aunque también inconvenientes.
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