Un grupo de expertos analizó un código que se hacía pasar por un programa de trucos para Runescape, un juego online, y prometía acceso ilimitado a la moneda virtual, sin embargo, robaba los datos de acceso de los usuarios.
El niño de 11 años fue descubierto gracias al correo al que se enviaban los datos. Se consiguió la información, por el código fuente del ‘malware’, y fueron capaces de saber la ciudad del niño, la cual pertenece a Canadá.