Es una estafa de sobra conocida en internet, pero ella se lo creyó. En sucesivos traspasos, envió 400.000 dólares al estafador, a cambio de recibir 20 millones de dólares, que obviamente, no llegaron nunca.
Ha empeñado la casa, el coche y ha perdido los ahorros de su marido. Todos la decían que era una estafa, pero ella no les creyó.
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