Peligros de los juguetes (Internet)

Con las Navidades, la lista para Papá Noel o los Reyes Magos se llena, allí donde hay niños, de juguetes, y en los últimos años no faltan los electrónicos y los llamados inteligentes, que se conectan a Internet e interactúan con los menores. Estos juguetes ofrecen una experiencia de juego renovada: el niño o la niña ya puede hablar con su muñeco y éste le responderá; quizá permita hacer fotos, y compartirlas en las redes sociales; o interactúe, a su vez, con otros dispositivos.

Sin embargo, estos juguetes inteligentes generan dudas sobre la seguridad de los menores y su privacidad. Se trata de juguetes que recogen información personal del menor, como su nombre y edad, en ocasiones el nombre de los padres o sus amigos, la ciudad donde vive, el colegio al que asiste. Si son capaces de hacer fotografías, la imagen del niño o la niña puede quedar expuesta aun si los padres no lo pretenden, o su voz, grabada y almacenada en el propio juguete o en servidores de la compañía. El uso que las compañías hagan de los datos recogidos y almacenados por los juguetes no es el único riesgo al que se enfrentan los menores y sus padres. Los sistemas pueden ser ‘hackeados’, es decir, un tercero puede acceder al sistema, a la información almacenada, hacerse con ella y compartirla en Internet.