Eso de alargar la mano, para pulsar los botones y votar por el compañero ausente, conocido como "El Pianista" en Italia, se va a terminar. El presidente del partamento, quiere poner orden en la sala, evitar que jueguen como niños, y para ello ha ordenador instalar lectores de huellas dactilares en los escaños.
El sistema costará 450.000 euros y los diputados que no asistan, aparecerán en una lista pública en Internet.
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