La información, desvelada por fuentes sindicales tras la celebración de la primera reunión, se enmarca en las negociaciones del expediente de regulación de empleo que se espera para finales de año y principios del que viene. La idea detrás de esta decisión es reducir la presencia física de la empresa en el territorio nacional, pero potenciando la atención al cliente e impulsando sus canales digitales, lo que supone importantes ahorros de costes (el motivo principal de la decisión) y la reducción de un gran número de empleados. Más allá de los 237 despidos que se realizarán por el cierre de las tiendas, Vodafone ha puesto el foco en el área comercial de la división de Particulares y, especialmente, en el área comercial de unidad de Empresas. Junto a ellos, se esperan también salidas de los departamentos de Recursos Humanos, de Comunicación y de Estrategia.
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