El pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde al acuerdo entre instituciones para imponer el cargador único USB-C a partir de otoño de 2024 a una quincena de dispositivos electrónicos portátiles, incluidos teléfonos, tabletas, cámaras digitales, auriculares y consolas de videojuegos. La nueva norma se aplicará con independencia del fabricante a todos los teléfonos móviles, las tabletas, las cámaras digitales, los auriculares, los libros electrónicos, los teclados y los ratones, así como las consolas de videojuegos, altavoces, sistemas de navegación y ordenadores portátiles.

Durante las negociaciones se añadieron a la lista productos que no fueron contemplados por la Comisión Europea en su propuesta inicial, como eReaders, miniauriculares inalámbricos, teclados o dispositivos de navegación. También será obligatorio el cargador universal para ordenadores portátiles, si bien en este caso las instituciones europeas han previsto un periodo adicional de 18 meses desde la entrada en vigor de la norma para dar al sector tiempo suficiente de adaptación. Uno de los objetivos de la nueva legislación es reducir la basura electrónica en la Unión Europea y evitar que los consumidores tengan que adquirir cables y cargadores nuevos con cada compra de dispositivo, ya que a partir de la reforma el usuario podrá elegir con cada compra si incluir o no un artículo de carga. Con todo, se prevén excepciones para que queden exentos los artículos que por ser demasiados pequeños no serían compatibles con ese modelo de puerto, como es el caso de los relojes inteligentes y los monitores de actividad y otros aparatos para la práctica deportiva.