La mitad de los teléfonos móviles de segunda mano contienen datos personales tales como información de la tarjeta de crédito, SMS, detalles de la cuenta bancaria, o fotografías íntimas.
Lo peor que el consumidor puede hacer, es esperar o suponer, que la persona que compra el teléfono eliminará los datos. Por el contrario estos datos quedan abiertos al dominio público.
La mejor opción para asegurarse de que los datos personales no caerán en manos de terceros, es restablecer la configuración de fábrica del terminal.
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