Un cliente, decidió pasarse a Jazztel, y por un problema interno de la compañía, tres meses después continuaba sin servicio telefónico ni conexión a Internet. Jazztel quería compensarle con lo establecido en el contrato, para interrupciones del servicio.
Sin embargo, la jueza ha considerado que no es una interrupción ya que nunca ha existido, y por lo tanto deberá pagarle 2.000 euros por los daños morales.
{enclose 200907/29/01.mp3}